HACERSE HOMBRE: algunas reflexiones desde las masculinidades
La categoría género es una
construcción y sistema social de relaciones que se constituye a partir de la
simbolización cultural de las diferencias anatómicas entre varones y mujeres, y
las relaciones entre ambos. La interacción social mujeres-varones configura
esta dimensión relacional de género a partir de la cual se originan las identidades
de género, que se perciben como femeninas o masculinas, generándose atribuciones
y expectativas sociales y culturales de desempeño de papeles o roles de género.
La masculinidad es una colección de
normas y significados que cambian constantemente
en el contexto de relaciones inter- género (hombres y mujeres) e intragénero (entre
hombres). Hay dos elementos fundamentales en el estudio de las masculinidades:
la pluralidad y las jerarquías entre versiones de ser hombre.
1.- El camino a hacerse hombre
Las
representaciones sociales de la identidad de género y de la identidad sexual empiezan
a ser internalizadas con las vivencias más tempranas de la niñez, en un proceso
continuo a lo largo de toda la vida de los sujetos, por lo que los contenidos que
se interioricen de los agentes de socialización estarán en constante
conformación y recreación a lo largo de todo el ciclo vital. Discursos sobre
ser hombre impartidos por miembros de la familia se superponen y muchas veces entran en conflicto
con los impartidos en espacios como la escuela o el grupo de pares. Es así, que
la masculinidad debe ser probada con su grupo de amigos y con el mismo, los
adolescentes latinoamericanos entiende que ser hombre, implica no ser ni mujer
o homosexual. Contradicciones que se suscitan entre lo que se espera y lo que
hacen. Cabe recalcar, que se delinean pautas sociales para el desempeño de su
masculinidad.
La masculinidad hegemónica es una representación
ideal de ser hombre, en torno a la cual los varones construyen su identidad de
género. Tal como Connell (1995) y Connell y Messerschmidt (2005) señalan, la
masculinidad hegemónica actúa como una aspiración en lugar de ser una realidad
en la vida de los hombres.
2. La casa y
la calle en los procesos de hacerse hombre
La mayoría de varones latinoamericanos, jóvenes y
adultos, heterosexuales, bisexuales y homosexuales que he entrevistado en estos
años señalan que la sexualidad era un tema ausente en sus familias, el famoso
“de eso no se habla” es la constante que atraviesa incluso la variable
socioeconómica en esta dinámica que algunos autores llaman la cultura del
silencio. Si el tema de la sexualidad aparece en el escenario familiar, ésta se
trata en un contexto de profilaxis o prevención, a modo de lecciones para
adolescentes varones sobre cómo deben protegerse de mujeres “tramposas” que
buscaran atraparlos con el “cuento” del embarazo, hasta conversaciones sobre
las enfermedades de transmisión sexual y el VIH/SIDA (Vasquez del Aguila,
2013). Es decir, la dimensión placentera de la sexualidad está ausente en estos
discursos familiares
En los
hogares se transmiten una serie de mensajes y pautas de cómo se espera sea un
hombre. El aspecto más sublime de esta masculinidad son los valores morales,
que se espera sean el guion que los varones actualizarán en su vida pública y
privada. Estos valores buscan hacer del varón un hombre de bien
El ingreso a
la escuela representa para estos niños y adolescentes no sólo partici-par de
una escolarización formal a través de asignaturas y actividades curriculares,
sino también el ingreso a un mundo de discursos y prácticas con un
"curriculum oculto" de normas y valores sobre masculinidades y
sexualidades. La mayoría de varones en américa del sur señalan que la
sexualidad era un tema ausente en sus familias, al famoso de eso no se habla
.Si el tema de la sexualidad aparece en el escenario familiar, esta se trata de
un contexto de profilaxis o prevención, a modo de lecciones para adolescentes
varones deben protegerse de mujeres tramposas que buscara atraparlos con el
dicho de estar embazadas, Es decir la dimensión placentera de la sexualidad
está ausente en estos discursos familiares.
3. El grupo de pares y los rituales de la masculinidad
La literatura sobre violencia y
masculinidad muestra como los varones, en diferentes contextos culturales, son
los más propensos a ser víctimas de la violencia de otros varones. Esta
violencia va desde bromas pesadas, peleas hasta violencia más seria como el
bullying o el abuso físico y sexual. Lo más dramático de esta violencia es que
en muchos casos permanece invisible debido a la presión social sobre los
varones de defenderse como “hombres de verdad”
El grupo de pares
esa conformado por los amigos más cercanos, basados en simpatía e igualdades.
Se construye sobre anécdotas para asegurar su masculinidad. en Brasil hay
existen un juego entre los jóvenes "tem pente ahí" (hay un pene ahí)
que consiste en un hombre no debe sentir sensibilidad cuando otro hombre le
topa el trasero en forma de broma
Sin embargo, la
cultura nos demuestra que los hombres son más propensos a ser violentados por
otros hombres.
La relación compleja de
homoerotismo y homofobia evidencia el precio de la masculinidad y la sexualidad
hegemónicas como una constante vigilancia de las emociones y de los gestos del
propio cuerpo.
4) DISCURSOS EMERGENTES
SOBRE MASCULINIDAD:
Los medios
de comunicación, principalmente la televisión e Internet facilitan la transformación
de relaciones sociales, discursos y prácticas. Niños, adolescentes y jóvenes de
sociedades urbanas invierten un tiempo considerable consumiendo estos medios,
los cuales ofrecen un espacio privilegiado para analizar la conformación de sus
identidades modernas.
Los medios
de comunicación producen y reproducen modelos de masculinidad que, en algunos
casos, pueden forzar los discursos hegemónicos y, en otros, cuestionar estos
ideales de actuación ofreciendo modelos y mensajes alternativos de
masculinidades.
La
autoimagen masculina para el cortejo y la conquista de parejas sexuales sufre
un desplazamiento de imágenes de varones exentos de exigencias de cuidado
estético, hacia varones preocupados por una imagen más cercana a la
“metrosexualidad”.
COMENTARIO
En este
artículo Vásquez del Aguila nos habla el cómo un hombre se va formando desde
pequeño su masculinidad o en otros casos su género, en Perú influye mucho la educación
que nos dan desde pequeños con este
relato nos damos cuenta que la sociedad influye mucho en la formación de cada
persona, e incluso en su opción sexual, Los adolescentes y varones aprenden
desde muy temprana edad que la sexualidad se forma en torno a límites, los
cuales con el tiempo ayudan a que vayan descubriendo como es y será su
sexualidad. Mientras que algunos varones van alcanzando su perfecta
masculinidad hay otro grupo de ellos que le es difícil ya que la misma presión
social no influye en el descubrimiento de su sexualidad.
Los adolescentes y jóvenes varones tiene que
aprender que en este difícil camino de hacerse hombres su tarea más importante
es sobrepasar los obstáculos y contradicciones a la masculinidad.
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